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Una apuesta con futuro: El Aprendizaje Social en la Empresa #RRHH

¡La forma de aprender y formarse está cambiando!

Frase que ya nadie debería discutir y asociada, cómo no, a las nuevas tecnologías. Pero sin olvidar la siguiente idea, si es que se comparte:

“La tecnología no cambia nada, los cambios los producen las personas que la utilizan.”

Se hablamos de cambios de la formación en la empresa tenemos que hablar de los “Personal Learning Environment – PLE” o Entornos Personales de Aprendizaje -EPA- y como se implementen.

Se conoce el concepto de EPA desde 2004 y por primera vez en “The Personal Learning Environments Session at JISC/CETIS Conference 2004”, desde entonces se ha escrito sobre ellos y más aún en los últimos años (desde 2011) por su oportuna aplicación al mundo de la empresa.

Uno de los enfoques de este tipo de aprendizaje son los famosos “MOOC” o el acrónimo en inglés de Massive Online Open Courses (Cursos online masivos y abiertos), que han florecido en los últimos tiempos y que parecen ser la nueva panacea que los alquimistas de la formación organizacional estaban buscando desde hace siglos.

Pero veamos todo esto desde otra perspectiva. Hagamos esta pregunta: “Social or Fauxial Learning?”, rápida diferenciación entre lo que sería “Aprender Socialmente” y “Aprender Artificialmente” (Me permito una libre traducción de Fauxial).

  • Aprendizaje social. Es la forma en la que aprendemos de forma natural con nuestros compañeros de trabajo y amigos. No requiere de herramientas específicas para su desarrollo, aunque sin duda las redes sociales nos han proporcionado un espacio idóneo para compartir pensamientos y experiencias.
  • Aprendizaje artificial. Es cuando obligamos a las personas a consumir un determinado contenido, confundiendo el cumplimiento con el aprendizaje.

Ambos conceptos, aprendizaje social y/o artificial, se están asociando a los Entornos personales de aprendizaje. Y tal vez esa sea la línea que marque el éxito o el fracaso de estos nuevos entornos de conocimiento.

De entrada, no es nada inusual ver que en casi todos los artículos y estudios que hablan de los PLE, se les describe como “entornos digitales” o “herramientas de aprendizaje”, centrando el foco de esta “forma de aprender” en la tecnología, más que en el comportamiento de las personas.

Pero ¿Aprendemos porque queremos o porque nos obligan? La formación que estamos dejando atrás estaba basada en la presencia y la presión de un aprendizaje impuesto en muchas ocasiones, y sobre todo planificado por terceros.

Corremos el riesgo de caer en el mismo error, si centramos nuestra estrategia al desarrollar los PLE en forzar el uso de los “medios sociales”, donde existirán controles, planificaciones, plazos y contenidos que cubrir en tiempos limitados. No estaremos más que socializando lo artificial, confundiendo el cumplimiento del compromiso con el aprendizaje.

Sin embargo, debemos ser conscientes de que en las nuevas organizaciones inteligentes que estamos intentando construir, el aprendizaje ocurre de forma natural y continua, entre los propios compañeros o incluso con otros colegas de profesión externos a la empresa. Porque los individuos de esas organizaciones tienen propósitos e intereses comunes y trabajan juntos cubriendo los mismos objetivos, por lo que desean aprender sin la imposición de ningún medio social, red o intranet. Esto es aprendizaje social.

Así pues, no se trata de la imposición de herramientas sociales y de colaboración bajo la premisa del control –antiguo paradigma-, sino más bien de acertar en las respuestas a las preguntas de…

¿Cómo apoyar el aprendizaje natural que se desarrolla dentro de la empresa? ¿Cómo podemos ayudar a los que desean aprender?

Si tenemos claro esta premisa básica, seguramente tendremos éxito en la implantación de nuestros PLE (Personal Learning Environment) de las organizaciones. A partir de aquí, se puede usar la tecnología como apoyo a la respuesta de las preguntas.

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