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Adaptarse o sucumbir a la digitalización: Las Competencias Digitales.

Vivimos en una sociedad cada vez más digital y eso se refleja en el desempeño de nuestros trabajos, bien de forma progresiva incorporando funciones al nuevo formato, o de forma disruptiva como ha pasado con el trabajo en remoto durante la pandemia.

En 2018, un estudio elaborado por PwC en 27 países mostraba que en 2030 el 34% de los empleos se vería afectado por la automatización tanto de tareas rutinarias como de destrezas manuales, y en la resolución de situaciones y problemas en tiempo real. En 2020 KPMG en su estudio “CEO Outlook 2020: COVID-19” ofreció el dato de que el 80% de las empresas había cambiado su estrategia de digitalización, por efecto de la pandemia.

Para trabajadores y empresas el riesgo del proceso de digitalización que vivimos no estriba en que un empleo desaparezca de hoy para mañana, aspecto poco probable. Lo verdaderamente importante es el cambio progresivo en el desempeño diario de las funciones de un puesto de trabajo, incluso la desaparición de algunas de ellas por su automatización.

En el citado informe (CEO Outlook 2020: COVID-19), el riesgo de gestión del talento pasa del 2% en 2019 al 21% en agosto de 2020, y pronostica un incremento progresivo en los años siguientes: Cómo captar y gestionar el talento en las empresas para que se adapten a los cambios, cómo hacer evolucionar las plantillas actuales para que su desempeño se adapte a los cambios tecnológicos que se den en sus puestos de trabajo.

En este contexto nos preguntamos por las competencias que deben ser renovadas con el matiz de la tecnología o si han aparecido otras nuevas que debemos incorporar en el perfil de los profesionales. Tal vez las nuevas generaciones ya se incorporen con algunas de estas nuevas competencias, debido a su característica de “nativos digitales”, pero en cualquier caso será necesario adaptarlas al entorno de trabajo en el que se produzca su desempeño.

Si tomamos como referencia este estudio de la Unión Europea y las 21 competencias descritas, podemos extraer cuales son las competencias básicas en el mundo profesional. Teniendo en cuenta que sus conclusiones se centran exclusivamente en los temas relacionadas con su uso y la interpretación de la tecnología, lógico por otra parte.

No debemos olvidar que en el entorno empresarial existen otras competencias necesarias y ya exigidas que no desaparecerán, ni siquiera perderán importancia con la digitalización. Se trata de las competencias mal denominadas blandas, que tan demandadas están siendo en estos momentos y que sin duda se verán modificadas por el uso de la tecnología. Estas competencias deberán ser reorientadas para que tomen sentido en un mundo cada vez más digital.  

Plantearnos una solución para que las empresas mejoren las competencias digitales de sus empleados pasa por establecer las áreas de influencia, tal como hace el estudio presentado por la Unión Europea. Pero teniendo en cuenta que no solo necesitamos aumentar la destreza tecnológica de los empleados y la interpretación de las diferentes soluciones digitales. Sino también, adaptar las competencias existentes a las nuevas tendencias de comportamiento.

Así que dividiremos las competencias digitales en la empresa en 4 áreas, reorganizando su contenido para buscar una mayor eficacia en su implementación. Además, incluiremos una nueva área que llamaremos “área de competencias blandas digitales”, donde podremos reorientar las competencias básicas de todo profesional con el matiz de la tecnología

De forma que nuestras 4 áreas de competencias digitales definidas para el mundo de la empresa quedarían así.

Donde agruparemos todas las competencias que permiten una familiarización y acercamiento al uso de tecnología, la búsqueda de información, su interpretación, gestión y almacenamiento (gestión documental). Agruparemos en esta área aquellas competencias sobre seguridad, sostenibilidad y medio ambiente. Así como las relacionadas con la identificación de necesidades y brechas digitales.

Como comentamos en la introducción, no podemos olvidar la influencia de la digitalización en los comportamientos de los empleados y por tanto en aspectos tan importantes como el liderazgo, la empatía y asertividad en el entorno digital, y el resto de las competencias blandas fundamentales. En esta área se trabajará para reforzar dichas competencias y adaptarlas a los nuevos entornos.

Sin duda una de las áreas más importantes en los procesos de digitalización, empezando por el desarrollo de competencias sobre comportamiento o Netiqueta. Las competencias relacionadas con los nuevos formatos de interacción, los entornos colaborativos y de participación. Los nuevos entornos de formación y gestión del conocimiento, todo ello precisa de competencias para poder sacar el máximo partido a la tecnología.

Por último y no menos importante el área de creación de contenidos, donde desarrollar las competencias para crear y editar contenidos digitales, así como la posibilidad de desarrollar una secuencia instrucciones comprensibles en un entorno informático.

El desarrollo de las competencias englobadas en estas 4 áreas debe ir acompañado de ejemplos de uso y como no de la aplicación práctica en el puesto de trabajo de cada empleado que desarrolle esta nueva zona de conocimiento. Sin duda necesaria para hacer evolucionar la competitividad de las empresas.

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