“La innovación es transformar ideas y conocimientos en productos, procesos o servicios mejorados, satisfaciendo de esta forma las necesidades y expectativas de personas, empresas y sociedad.”
Con esta frase se inicia el prólogo del libro “PERSONAS INNOVADORAS, ORGANIZACIONES VIVAS”, un proyecto colaborativo desarrollado con Vanesa Celades (Experta en selección y gestión de talento) y Paco Corma (Experto en innovación), que ha visto la luz hace unos días y que presentamos en formato online el jueves 3 de marzo, aquí puedes ver la presentación en LinkedIn, Facebook y YouTube.
En el libro se analiza la importancia del talento en los procesos de innovación y como las personas y su conocimiento son el tándem que hace posible la innovación en las empresas. Un proceso innovador tiene como destinatario de su resultado a las personas, y en su ejecución también depende de las personas y los equipos que lo llevan a cabo. Sin esos equipos, sus conocimientos y su talento, no sería posible ningún proceso de innovación, por más cultura innovadora que tenga la empresa.
Las personas y su conocimiento son el tándem que hace posible la innovación en las empresas.
Los autores repasan en el libro los factores que hacen posible que esa combinación de personas y talento produzcan los mejores resultados. Es evidente que la disposición de personas con un determinado talento no es suficiente para crear procesos innovadores, que se requiere de un entorno o cultura, unas competencias y un determinado tipo de liderazgo para que todo fluya en el camino de la innovación.
De esta forma encontrarás en el libro, o más bien manual de consulta y aprendizaje, un repaso por los puntos más importantes que relacionan la innovación y el talento:
- La definición de la Cultura de la innovadora,
- Cuales son las competencias básicas de las personas innovadoras,
- Cómo desarrollar dichas competencias innovadoras en las personas,
- Cuales son las características de los equipos innovadores,
- La clave del liderazgo en los equipos innovadores,
- Cómo son las empresas innovadoras y en que se diferencian,
- Cómo se recompensa a las personas en las empresas innovadoras,
- Por último, como es la innovación enfocada en las personas.
Estas son algunas de las claves que muestra el libro.
CULTURA DE LA INNOVACIÓN.
Cuando hablamos de “cultura para la innovación” no solo hacemos referencia a la parte formal de los procedimientos estratégicos que hacen funcionar todos los procesos dentro de la empresa. Esta parte es importante, pero por si sola no genera el ambiente necesario para que se desarrolle con éxito una empresa innovadora. Podemos tener los procedimientos y la metodología más desarrollada del sector, pero sin embargo no conseguir ningún avance sustancial en los equipos de innovación.
Sobre todo, queremos hacer hincapié en la parte informal de la cultura para la innovación, ese componente de la cultura de una empresa que está en el comportamiento de los empleados y directivos, que no aparece escrito en ningún manual específico. Pero que sin embargo impregna todo lo que rodea al trabajo de cada miembro de la organización.
FOMENTAR LA DIVERSIDAD.
Cuestionarse el porqué de las cosas, tener curiosidad. Es una competencia básica de todo profesional que esté inmerso en proyectos creativos o innovadores. No conformarnos con lo que observamos o ya sabemos. Ir más allá en los planteamientos que nos hacemos, sin dar por sentado que todo lo qua ya hemos conseguido es único e inamovible. Esta podría ser una buena premisa para todo aquel que quiera dedicarse a la creatividad, la innovación o el cambio, pero no es suficiente, es necesario que se den las condiciones necesarias para que las personas curiosas puedan desarrollar con libertad esta competencia.
Uno de los factores que más influye en la búsqueda de respuestas diferentes es el hecho de que otras personas te hagan reflexionar desde otro punto de vista, o dicho de una forma: “Desde otro punto de vida”.
ESTIMULAR LA OBSERVACIÓN.
De poco nos servirá fomentar la diversidad en nuestros equipos, si de forma paralela no creamos un entorno que permita a sus componentes la observación continua. Lugares donde la vigilancia del entorno sea una costumbre, incluso con mecanismos que hagan saltar las alarmas necesarias para prestar atención a aquello que pueda ser interesante. Para que se dé esta circunstancia pueda ser una realidad es necesario que el equipo cuente con personas intelectualmente inquietas.
Cuando se crean equipos innovadores se deben estructurar de forma que no queden encerrados en su propio espacio, no pueden estar aislados del exterior. Sería lógico pensar que para que un equipo avance en trabajos de innovación lo mejor es construir un entorno con el menor ruido, donde no existan interferencias que puedan distraer a sus miembros del objetivo final.
No es así. La mejor opción para los equipos innovadores es tenerlos conectados con su ecosistema más próximo y con posibilidades de adentrarse en otros ecosistemas más lejanos, pero que pueden inspirar de forma efectiva: Pensamiento lateral. Una de nuestras competencias individuales.
Es un trabajo hecho con toda la ilusión para que sirva de consulta y aprendizaje, con un sentido práctico y con las ideas clave de cada capítulo destacadas para una mejor comprensión de la obra.
¡Esperamos que os guste!
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