Skip links

El trabajo después de la pandemia.

La pandemia ha demostrado lo vulnerable que es el ser humano dentro del ecosistema en el que está instalado, un lugar que debería estar cuidando para evitar su degradación; porque seguramente él será el primero en desaparecer.

Pero no solo podemos intuir nuestro futuro como especie, también estamos siendo testigos de lo endeble que es nuestro sistema económico, el tablero sobre el que encaja una forma de vida. Casi todo está pensado para estar girando alrededor de un eje de forma continua, sin pausa alguna, como un gran tiovivo al que debes subir en marcha si quieres conseguir un asiento.

Y cuando por alguna causa se detiene ese constante giro sin fin, nuestro sistema se desmorona. La economía mundial, nuestro modelo de negocio global no puede detenerse por ninguna razón, no sabe estar en reposo. En ese estado, cae como un castillo de naipes sorprendido por una pequeña brisa. Y en los cielos dejan de observarse esas líneas blancas que trazan los aviones a su paso.

El efecto pandemia.

Una encuesta sobre el futuro del trabajo, publicada por la consultora Mckinsey en junio de 2020; muestra un futuro disruptivo de cambios en el lugar de trabajo debido a la digitalización y automatización de tareas. Todo ello acelerado por la pandemia, como si se hubiesen consumido 2 años en 6 meses.

Los cambios han sido forzados por la pandemia para todas las empresas encuestadas, y para algunas han significado un anticipo de 2 años en sus planes de futuro. La pregunta es si se consolidarán o solo servirán para salvar un momento delicado, si serán la palanca para continuar con el cambio o solo un pequeño paréntesis en la vida de la empresa.

Un 85% de las empresas consultadas han acelerado los procesos de digitalización en el área de colaboración e interacción de los empleados.

Este dato tiene que ver con comunicación y acceso a la información, los patrones tradicionales han cambiado. Las grandes empresas tecnológicas apuestas por nuevas formas de almacenaje de la información y nuevas funciones en la nube, ampliando los servicios a sus clientes.  

Es relevante en esta encuesta el dato de que un 15% de las empresas se plantea mantener el trabajo en remoto al menos 2 días a la semana para sus empleados, frente al 8% que había antes de la crisis.

El trabajo futuro.

Tomemos en cuenta la premisa de que al hablar de digitalización del trabajo no hablamos solo de desaparición total de determinados puesto. Mas bien el efecto mayor está en el cambio y automatización de partes o funciones de un puesto existente. Transformándolo, pero no eliminándolo. Y no olvidemos que existe una parte importante del mercado laboral (En algunos sectores hasta el 60%) que requiere de la presencia física del empleado.

La pandemia provocada por el COVID-19 está teniendo efectos inmediatos sobre el empleo en todo el mundo, millones de personas se están quedando sin trabajo. El efecto pandemia puede tener una consecuencia posterior:

Que la combinación de empleos que surjan de esta crisis sea diferente a los perdidos.

No porque hayan desaparecido, sino porque se hayan transformado en parte y se requieran conocimientos, habilidades y actitudes diferentes para desarrollarlos. La mencionada encuesta de Mckinsey ofrece el dato de que el 35% de las compañías cree que va a necesitar personal más cualificado en aspectos relacionados con la digitalización, la automatización y la robótica.

Esto pone sobre la mesa de las organizaciones y en concreto en la de Recursos Humanos y Selección el dilema de formar o contratar.

Por otra parte, es obvio que las personas más desfavorecidas, en aspectos sociales y con puestos de trabajo más precarios, están siendo los más perjudicados. Lo que produce un aumento de la desigualdad y prevé un crecimiento posterior no inclusivo. La combinación no es nada halagüeña.

Las bases del nuevo mercado laboral.

No se puede precisar en este momento como quedará el mercado laboral dentro de 2 años, algunos se atreven a realizar predicciones, aunque tal como nos ocurre con la evolución de la pandemia, solo son predicciones.

Pero si se pueden exponer las marcas que está dejando esta crisis y sobre las cuales se cimentará parte de ese mercado laboral y el futuro del trabajo.

  • La digitalización, automatización y robotización de las empresas se ha acelerado y no es circunstancial. Las máquinas no enferman. Las PYMES deben estar preparadas.
  • El trabajo en remoto toma fuerza y protagonismo en sectores y puesto de trabajo determinados, ya no es una moda, las ventajas son muchas y los ahorros altos.
  • Las empresas deberán aumentar sus esfuerzos en salud e higiene, son valores al alza para poder contratar talento.
  • La capacitación de las personas toma importancia en casi todos los puestos, será necesario reciclar a gran parte de los empleados.
  • La desigualdad crece y la exclusión de una parte de la sociedad en la “pos-pandemia” generará un nuevo crecimiento “no inclusivo”, para que el que los gobiernos deberán prepararse.
  • El trabajo temporal y las subcontratas aumentarán, la incertidumbre tiende a hacer de la mano de obra un coste variable.

Y como siempre, llegará un momento en que la economía volverá a girar sobre ese eje imaginario y tomará poco a poco más velocidad. Lo verdaderamente importante será no dejar fuera a la mayoría, viendo girar el tiovivo como meros espectadores.

Información curso habilidades digitales liderazgo equipos p
Pulsa en el banner para pedir información.