Las circunstancias que estamos viviendo provocadas por la pandemia, están marcando prioridades dentro de las empresas. Todas ellas tienen directa o indirectamente un denominador común, la tecnología, su aplicación en algunos aspectos de la vida de los empleados y de su relación con la empresa, tendrán prioridad en los próximos meses.
Las empresas deben aprender de lo sucedido y no esperar que el futuro haga olvidar lo ocurrido y que tarde o temprano las cosas volverán a ser como antes, o casi.
El comportamiento en algunas empresas muestra que las medidas tomadas en los últimos meses, como consecuencia de la pandemia, se siguen aplicando como al principio, con un sentido de provisionalidad e improvisación característico de los primeros días. No se observa la intención de la mejora y consolidación de procedimientos y protocolos, que, a buen seguro seguiremos necesitando muchos meses más.
Por ese motivo podemos determinar que algunas de las prioridades para este año recién estrenado pasarán por.
#1 – SEGURIDAD Y SALUD DE LOS EMPLEADOS.
La parte más débil de la cadena se ha mostrado en el control de la seguridad y la salud de los empleados. Es evidente que el virus ha influido, pero no ha hecho más que poner en evidencia la falta de atención de las empresas a este aspecto. Más allá de la revisión médica anual, que es obligatoria.
Lo importante es que los empleados si han valorado en estos momentos los entornos seguros y van a valorar en su elección futura de trabajo este aspecto casi olvidado. El lugar de trabajo debe ser tan seguro o más como creemos lo es nuestra casa o cualquier otro lugar público que visitamos a diario.
No se trata de dispensadores de hidrogel o uso de mascarillas, se trata de diseño de protocolos y de priorizar la salud de las personas por encima de los resultados. No se trata solo de disponer de EPI’s, que también, sino de extender la cultura de su uso y de realizar campañas de concienciación entre los empleados.
La tecnología tiene mucho que decir en este caso, desde sistemas de ventilación adecuados, ambientes de trabajo controlados por pequeños y económicos dispositivos. Oficinas diseñadas para que sean eficientes desde el punto de vista de la salud de las personas que las ocupan, sin hacinamientos o espacios súper reducidos. Hasta el diseño de horarios dinámicos que hagan compatible el trabajo con la conciliación.
Empecemos a tomar en serio este aspecto que ahora solo es provisional, porque muchas personas lo van a valorar a la hora de elegir un trabajo. La salud ya debe ser prioridad con o sin pandemia.
#2 – COMUNICACIÓN INTERNA
Las empresas han tenido que coordinar procedimientos que eran de aplicación para toda la plantilla y en algunas ocasiones se han visto con la dificultad de llegar de forma rápida y eficiente a todos los empleados. Un problema agravado por los cambios casi continuos de las normas o los protocolos, que hacía casi imposible tener la seguridad de que todo el mundo estaba enterado.
El socorrido correo electrónico solo es válido para una parte de la plantilla en algunas empresas, y en otras, no es un medio muy fiable para este tipo de comunicación. Es evidente que la tecnología de gestión de comunidades ya ha desarrollado sistemas mucho más eficaces, como la mensajería instantánea que usamos todos a diario.
Existen soluciones mucho más eficaces que la mensajería instantánea, canales de comunicación que deben pasar a ser formales para la empresa y que pueden dar mejor resultado, sirviendo para otro tipo de comunicaciones futuras. No nos quedemos solo con la anécdota de la necesidad actual, pensemos en soluciones que nos permitan avanzar.
Las redes sociales corporativas, que ahora ya incluyen casi todas las soluciones de software de gestión de personas, permiten a las empresas crear canales de comunicación formales, seguros, instantáneos y con una alta eficacia en la llegada del mensaje. Este tipo de herramientas nos permitirán, además, generar diferentes canales según las necesidades, incorporando una solución de futuro en la comunicación de la empresa.
#3 – DIGITALIZACIÓN DEL PLAN DE ACOGIDA (ONBOARDING)
Tanto los procesos de selección (entrevistas), como los procesos de incorporación en las empresas se han visto afectados de lleno por la pandemia y lo seguirán estando. Pero si vamos más allá de las circunstancias actuales, si somos honestos con nosotros mismos y analizamos los procesos de acogida que tenemos ahora, llegaremos a la conclusión de que no están a la altura de este tiempo que vivimos.
La buena voluntad de acoger es muy necesaria, pero un plan de acogida diseñado hará que las buenas intenciones se conviertan además en buenos resultados, sin errores ni olvidos.
Me atrevería a escribir que algunas PYMES ni siquiera disponen de un procedimiento de acogida, solo de una gran fuerza de voluntad y mucho sentido común para recibir al nuevo empleado. Esas ganas de acoger son imprescindibles, pero es muy necesario tener un plan de acogida diseñado, porque hará que las buenas intenciones se conviertan además en buenos resultados, sin errores ni olvidos.
Una vez más la tecnología es nuestra aliada en este aspecto. No vayamos muy lejos, las mismas redes sociales corporativas mencionadas en el punto anterior pueden contener la solución, sin necesidad de diseñar o invertir en soluciones específicas cuando el volumen de incorporaciones en la empresa no lo justificará.
Piensa que estamos acostumbrados a vivir en un mundo hiperconectado, y que el candidato debe tener la posibilidad de estar conectado con la empresa lo antes posible, disponiendo a través de esa conexión de todo aquello que se pueda anticipar, y sobre todo de los trámites administrativos que se puedan resolver a distancia. Vídeos de presentación, conexiones online, documentación, procedimientos, envío de EPI’s a domicilio, etc.
#4 – DIGITALIZACIÓN DE PUESTO DE TRABAJO
Nos hemos centrado en el teletrabajo, ha sido la estrella en estos tiempos, pero no es lo único que define la digitalización del puesto de trabajo y su adaptación a los tiempos actuales con el uso de la tecnología disponible.
Si hablamos del teletrabajo, a parte de las iniciativas legislativas más o menos acertadas, es necesario un cambio de cultura en la empresa y en los empleados que permitan su desarrollo. Es evidente que como toda solución tiene puntos positivos y aspecto no tan buenos, pero es sin duda una forma de entender el trabajo más próxima a los tiempos que vivimos. Qué puede hacer de nuestras ciudades entornos más agradables, prevenir situaciones como la que vivimos y, sobre todo, ayudar en la conciliación.
Creo que es el momento adecuado de pasar de la provisionalidad actual a la apuesta segura por el teletrabajo en aquellos puestos en los que sea posible, sin obligación, pero con determinación. La tecnología ya lo permite.
Pero no nos quedemos solo con esto, analicemos los puestos de trabajo que tenemos, sus tareas y como se están desarrollando, y veamos de que forma la tecnología puede ayudar a mejorar esos puestos, eliminando tareas repetitivas, racionalizando el uso del correo electrónico, creando entornos de trabajo colaborativos donde la información se distribuya de forma ágil y abierta. Todo está inventado, solo necesitas cambiar algún chip.
#5 – EXPERIENCIA DEL EMPLEADO (EMPLOYEE EXPERIENCE)
La mejora de la experiencia del empleado en la empresa es la suma de muchos factores, los llamados “puntos de contacto”, los 4 anteriores y muchos otros que pueden tener tanta importancia como estos.
Caemos en el error de pensar que debemos “crear” una experiencia del empleado, cuando en realidad esta existe en todas las empresas, aunque no se haya pensado en ella. Desde el momento en que el empleado llega a la empresa, incluso cómo llega o cuánto le cuesta llegar, hasta que sale por la puerta después de su jornada de trabajo.
No necesitamos complicarnos mucho la vida, pensemos en cuatro aspectos en los que se puede dividir esa experiencia:
- Lugar de trabajo, seguridad y salud.
- Comunicación.
- Propuesta de valor al empleado, que ofrecemos.
- Cuál es el valor del empleado, que le pedimos y en que debe contribuir.
La relación directa entre experiencia del empleado y experiencia del cliente está más que demostrada, así que no pensemos que esto es un gasto innecesario, es algo más que una inversión.
Centrar una parte de tus esfuerzos en estás 5 prioridades te darán ventaja respecto a la competencia, no dispersarán tus energías en temas no relevantes y harán que mucho de lo que ahora es provisional pase a ser parte de la cultura de tu empresa ¿Tienes alguna duda?
