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Nunca pienses que es tarde ¿Te atreves a cambiar?

Innovación constante, transformación digital de los entornos de trabajo, mercado laboral inestable y una lista innumerable de cambios aparecen con la misma rapidez que la sociedad incorpora a su cotidianeidad los anteriores, son suficientes argumentos para pensar que ya no es posible mantener un mismo perfil profesional para toda la vida.

Se hace necesario estar abierto a los cambios, instalarse en un entorno de evolución profesional continuo.

Hace unos años (crisis 2008) la solución que nos “vendieron”, para afrontar esta situación, fue la de “Reinventarse”. Que desde el punto de vista de quien no tenía la necesidad de afrontarla, era una idea muy atractiva, que incluía la posibilidad de plantear nuevos horizontes profesionales, diferentes metas. Aunque algunos obviaron algo muy importante: Antes necesitabas conseguir la libertad para dejar atrás de un plumazo todo lo que se había construido hasta ese momento.

Para no cometer el error de olvidar un pasado que nos marca de una u otra forma, aparece el concepto de “Evolucionar-se”. Tal vez el objetivo final que persigues sea el mismo, pero intentando no partir de cero, marcando puntos de anclaje sólidos (ya vividos) desde los que tomar impulso para ese viaje de cambio.

“Evolucionar-se: Marcar puntos de anclaje para tomar impulso y cambiar.”

¿Por qué “Evolucionar-se”?

Lo cierto es que la diferencia entre “Evolucionar-se” y “Reinventarse” puede ser muy sutil, tan solo un matriz, pero en todo caso importante. No es lo mismo enfrentarse a un proceso de cambio profesional pensando que debes “dejar” atrás mucho de lo conseguido hasta ese momento para enfrentarte a un nuevo reto, que pensar que puedes usar parte de tus vivencias, de tus experiencias, para evolucionar y crear un nuevo futuro profesional.

Los puntos de anclaje.

Este viaje no debe realizarse sin más, para asegurar el éxito necesitas puntos donde enganchar tus cuerdas y desde allí dar el salto, lo llamamos puntos de anclaje y son los siguientes.

FLEXIBILIDAD

Cualidad indispensable, necesaria y no prescindible. Nada podrá iniciarse si no eres capaz de pensar de otra forma y en otras cosas. Observar, aprender, lanzar nuevos retos y ser capaz de interpretar la realidad de otra forma.

No dar por sentado que lo que sabes es suficiente, que tu punto de vista es el único válido, que no necesitas aventurarte por más caminos que los ya transitados.

Iniciar el proceso significa aceptar que hay mucho más por descubrir que todo lo que hayas podido aprender hasta ese momento, aunque tengas 20 años de experiencia.

LUCIDEZ

Claro en el razonamiento, en las expresiones y en el estilo. Necesitas construir un objetivo claro, pero no hagas listas maravillosas, ni largas evaluaciones de pros y contras, o grandes planes de negocio.

No te compliques la vida. Toma todas tus habilidades y competencias aprendidas, y sobre ellas inicia el proceso de construcción de tu nuevo futuro profesional. Así de sencillo y de complicado.

¿Qué cómo se hace esto? Pues cambiando el orden en el que normalmente nos hacemos las preguntas clave en estos casos. En lugar de preguntarte: ¿Qué sabes hacer? Pregúntate ¿Cómo lo sabes hacer?

El truco está en no hacer de nuevo lo que hacías hasta ese momento, quieres cambiar no. Así que tus puntos fuertes estarán en tus cualidades, habilidades y competencias, en tu saber hacer, en el cómo lo haces más que en el que haces.

HUMILDAD

La humildad te proporcionará la serenidad suficiente para seguir aprendiendo.”

Una cualidad muy acertada para emprender un nuevo camino. Es posible que nos digan que nos irá mejor desarrollando nuestra ambición, mostrando nuestros deseos ardientes por alcanzar nuestro objetivo… Pues no. Esta opción tal vez te lleve de una forma más rápida y por un camino más corto, pero solo es una apariencia, es posible que termines dando con tus huesos en una cuneta.

La humildad te proporcionará la serenidad suficiente para seguir aprendiendo, sin sentirte agredido por aquellos que dicen saber más, te permitirá compartir lo que sabes y aprender mientras recorres el camino, haciendo de ti una mejor persona.

Todo ello hará que dejes buenos recuerdos en aquellos que conozcas en tu nueva andadura, sembrar buenos recuerdos te permitirá mejorar tu futuro y alcanzar tu meta.

VALOR

Encontrarás muchos obstáculos en tu recorrido, lógico, pero sobre todo dos: Miedo y Opinión. Vemos a combatirlos antes de colgarnos la mochila en la espalda y que ocupen parte del espacio, con el peso añadido que tienen.

Miedo a TODO, si a todo, a fracasar, a tomar el camino equivocado, a no poder ganarte la vida, a defraudar, a no ser capaz, a que fallen las fuerzas, a qué… a qué… y así hasta el infinito. Deja todo de lado, duerme las horas necesarias (al menos 7 diarias), haz deporte y cuídate físicamente, cuida tu imagen y establece relaciones continuas con tu entorno, te darás cuenta que el mundo sigue su curso y que tú no lo paras hagas lo que hagas, que puedes continuar, que no pasa nada, que el mundo no está PENDIENTE DE TI en todo momento.

Solo siendo agradecido por lo que estés viviendo cada día, será suficiente para cargar tu depósito de combustible.

Opinión de nadie. Esto es lo más sencillo de todo. Deberás pasar de las opiniones de todos aquellos que no sean positivos. Es posible que solo oigas a aquellos que te previenen de los peligros, de las amenazas, de los riesgos. No hagas caso, debes aprender a perseverar en tu proyecto, está será la mejor forma de cultivar tu confianza.

Por cierto, esto no tiene edad ¿Te atreves a cambiar?