Para, mira y sigue. La mejor estrategia de cambio.

Si escuchas a David Steindl-Rast moje benedictino (Viena 1926), en su intervención: “Want to be happy? Be grateful” en el TED desarrollado en Edinburgh (Escocia) en Junio de 2013, quedarás sorprendido por la simplicidad de su discurso, su claridad, su humildad y sobre todo su convencimiento.

Habla de la felicidad y la asocia al agradecimiento, pero sobre todo pone el foco de atención (al final de su intervención), en cómo afrontar el cambio de actitud que debemos tener para conseguir que las situaciones de agradecimiento no sean puntuales en la vida de una persona, sino más bien continuas y eso nos lleve a ser más felices.

El método del que habla es bien sencillo: ¿Cómo enseñamos a los niños a cruzar la calle? Siguiendo una norma muy simple: “Para, mira y sigue” (Stop, look and go).

Nada tan simple, solo tres palabras “Para, mira y continua” (“Stop, look and go”), podríamos crear con ellas una buena estrategia para resolver la situación en la que se encuentran muchos Departamentos de Recursos Humanos (RRHH) y sus correspondientes responsables en estos momentos de cambio. No se trata de una metodología al uso, más bien de una reflexión, pero eficaz y práctica.

Con los cambios que están ocurriendo en la sociedad actual, las comunicaciones entre las personas, la cultura del compartir, de la accesibilidad y sobre todo por el papel que hemos asumido todos de eliminar los intermediarios, tal vez sea el mejor momento para reflexionar sobre aquello que está ligado a la tecnología y que con el tiempo será más inmediato, fácil y barato.

Pensemos por un momento en los tiempos que estamos viviendo, por ejemplo, se reproducen más fotos en un día que en todo el siglo pasado, o existen foros de formación abiertos que pueden convocar a millones de profesionales. La cantidad de información que una red como X puede ofrecer en unos minutos es prácticamente imposible de leer en una semana. Esto va muy deprisa y además sin retorno.

Las mismas circunstancias las podemos aplicar en el caso de los ecosistemas de las empresas, integrados por personas que son los protagonistas de estos cambios, entornos donde las personas incluyen las “emociones” de sus vidas en las redes sociales, se comunican con rapidez e intercambian conocimientos sin la necesidad de intermediaros, ni jefes, ni directores, ni sindicatos, ni centros de formación.

De todo esto se pueden extraer cosas buenas, aprendizajes positivos que empezarán a dejar de lado las prácticas del siglo pasado basadas solo en las competencias, en la falta de atención emocional y solo pautadas por la razón, los balances, las cuentas de resultados o las ventas.

Y que mejor idea que volver al razonamiento del monje Benedictino David Steindl-Rast y crear un entorno en la empresa en el ayudemos a diseñar las nuevas reglas de gestión, los nuevos entornos de comunicación y trabajo, los nuevos “roles” de los empleados. Y qué mejor catalizador para este proyecto que el Departamento de Recursos Humanos. Desglosemos en método.

Stop.

Para. Reflexiona, toma distancia. En este momento es necesario dejar de lado todos los puntos de atención por un instante y tener conciencia de que nada ni nadie va a distraer nuestra atención en los próximos minutos. No pienses en ti o en tus problemas, ni cómo resolverlos, piensa en cómo puedes hacer para ayudar al resto de compañeros y conseguir que sean mejores. Significa desarrollar un ejercicio de empatía importante, que te lleve a la visión de las cosas desde la vivencia de los demás.

Look.

Observa. Alza la vista fuera de tu lugar habitual de trabajo y mira cómo los cambios están afectando a tu organización, a tus compañeros, a los clientes y proveedores. No des las cosas por sabidas, no pretendas ser tú el único protagonista de la mirada. Simplemente observa que hacen los demás a tu alrededor. Se trata de un momento de aprendizaje, observar como reacciona el resto ante las mismas circunstancias que tú estás viviendo.

Go.

Sigue, continua. Es momento de ponerse en marcha de nuevo. Toma las ideas observadas y compártelas con tu organización, no dejes que se enfríen, que se olviden en un cajón. Pide opinión a los tuyos para implantar, resolver o mejorar lo observado y agradece todas las aportaciones que te hagan.

Se trata de un ciclo. Cuando termines vuelve a empezar, siempre hay algo nuevo que observar, aunque para ello antes debes parar, para luego seguir mejorando.

El método en la práctica.

Para no convertir esto en una parada rápida, no planificada y sin recurrencia. Creemos un entorno que lo favorezca, habilitaremos una sala y reunamos a los protagonistas que creamos necesitan “Parar, observar y luego seguir”, explicando cual es la intención del grupo.

Incluyamos en la sala un gran tablón donde cada uno de los protagonistas irá pegando sus ideas y asociándolas a las que sus compañeros vayan aportando, sin necesidad de coincidir todos al mismo tiempo en ese lugar. Cada uno “Parara y observará a su ritmo”. El “Stop, look and go” se hace de forma individual.

Pasado un tiempo en el que las ideas del tablón empiecen a tener sentido, reuniremos a los protagonistas y sacaremos las ideas ya cerradas, incluyendo en el grupo a nuevos protagonistas.

Aplica este método a todas las áreas de tu empresa que necesiten parar por un instante… Permite el lujo de observar y ser observado, para luego iniciar el camino con más fuerza.

Portada libro dulce crisis de Ximo Salas

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