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10 claves para tu nuevo rumbo profesional #RRHH

“Se el dueño de tu futuro profesional como lo pretendes ser de tu futuro personal”

 

Llevamos toda la vida atando nuestra vida profesional a un proyecto, no importa si es de otro, compartido o propio. Eso está muy bien, al menos así nos hemos educado, ya que nos asegura unos ingresos que permiten el desarrollo de nuestra vida personal sin sobresaltos y con una cierta estabilidad.

Perseguimos la felicidad personal, apalancando nuestra vida profesional, para que esta nos dé el nivel de seguridad necesario. Sobre el que iniciaremos la construcción del resto de nuestra vida.

¿Qué pasa cuando esto se rompe? Cuando estos proyectos terminan, por el motivo que sea: fracaso, despido, ruptura, agotamiento… o el malogrado cambio “para mejorar” que tiene los mismos orígenes nombrados antes, pero con connotaciones positivas.

Lo que ocurre es que nos quedamos desorientados, atrapados en el pasado, sin rumbo. Porque el rumbo nos lo marcaron siempre otros, los que nos pagaban, bien fuesen empresarios o clientes, no importa.

¿Existe alguna forma de cambiar esto? Esta es la pregunta que debe hacerse cualquier profesional de cualquier sector, nivel o edad, no importa nada la condición o el sexo, y si se usa alguna de estas condiciones será como mera excusa.

La respuesta es afirmativa y lo podríamos llamar: Construye tu proyección exterior, no seas invisible.

Puedes seguir siendo fiel a tu proyecto profesional –el que tengas-, trabajando duro, pero siendo honesto contigo mismo. Me explico, cuando desempeñamos un trabajo solemos usar nuestros conocimientos y los que vamos adquiriendo durante su desarrollo, que tomamos de diferentes fuentes: Compañeros, cursos, lecturas, vídeos, vida… y los proyectamos hacia dentro de la empresa, sin darnos cuenta de que solo allí están siendo apreciados –o despreciados- y conocidos. En todo caso estamos siendo honestos con el proyecto, como debe ser.

Ahora mira por un momento a tu alrededor, observa fuera de tu mundo actual que importancia tiene lo que sabes, como puede proyectarse tu sombra por delante de otros profesionales y pon el sol detrás de ti. Haz que más personas conozcan lo que conoces.

Comparte y proyecta tu perfil profesional hacia fuera. No pienses que tu buen hacer –ahora- será aval suficiente en tu próximo proyecto. Todo será inútil si no te conoce nadie.

¿Cómo podemos hacer esto? Pues no hay formulas mágicas, ni recetas universales, lo más parecido a una idea similar es el desarrollo de tu “Marca personal”, pero para aquellos que vean en este buen concepto un problema más que un aliado, se pueden poner en práctica las claves del exo-empleado.

Un exo-empleado es aquel/aquella que teniendo presente su profesionalidad y compromiso con sus responsabilidades, proyecta una imagen exterior que le permite crear su propia reputación, que será independiente de los avatares que sufra su proyecto o empleo en cada momento.

Estos profesionales con marca propia tienen también un rendimiento especial para las empresas que los promueven, ya que su presencia ayuda a aumentar los resultados de la empresa que los acoge.

Estas son las claves…

  • Clarifica lo que deseas y pídeselo, alto y claro, al mundo. No solo a tu entorno. Cuenta a los demás que puedes hacer por ellos.
  • Se honesto, con tu proyecto y con tu futuro. No pretendas quedar bien con todos, aprende a decir No. Que tus acciones confirmen tus valores.
  • Muestra una actitud flexible y positiva. No olvides la comunicación no verbal, no todos escuchan de forma activa.
  • Aprende, aprende, aprende… ser curioso es vital.
  • Comparte, comparte, comparte… no te preocupes por si los demás sabrán más, sino por aprender cada día para ser mejor y volver a compartir.
  • Agradece, agradece, agradece… los demás tienen sentimientos. Cultiva tu inteligencia emocional.
  • Sé humilde. No es un defecto, es una virtud.
  • Mantén contacto continuo con el mundo, no puedes estar cansado todos los días.
  • Disfruta del camino, debes tener objetivos, pero no los repases cada cinco minutos.
  • Piensa de una vez por todas que tus vidas personal y profesional tienen fronteras permeables. Concilia.

¿Te atreves a cambiar?